Una pregunta de actualidad es cuál es el papel de las redes sociales como apoyo a los esfuerzos de publicación por parte del autor. Recientemente un colega preguntó a un editor, en una conferencia de escritores, si era cierto que hoy en día el autor requiere una plataforma sólida de redes sociales para que su obra sea considerada con fines de publicación. El editor, cuya agencia de New York ha publicado varios autores nuevos de origen cultural diverso, respondió que “No es indispensable, pero sí ayuda muchísimo”. Hace unos meses una agente literaria dijo en una teleconferencia acerca del mismo tópico que “Actualmente, yo no considero a ningún escritor que no tenga una plataforma de redes sociales”.
Yo creo que, aunque ésta última posición puede parecer un poco extrema, la realidad es que es muy honesta. Las redes sociales como plataforma de apoyo a cualquier esfuerzo de venta, son una realidad que llegó para cambiar paradigmas y quedarse, de la misma forma como la revolución industrial o el invento de la rueda en sus momentos determinaron, con su aparición, una forma distinta de hacer las cosas. Creo que no exagero.
Contrariamente a lo que podría pensarse, la importancia de la presencia del autor en las redes sociales como vehículo para promover su obra no está determinada unicamente por el número de seguidores en Twitter o de amigos en Facebook. No es sólo asunto de que mis amigos o seguidores comprarán mi libro, de modo que entre más numerosos, mayor número de compradores. Sí, es cierto, que entre más amigos se tenga mayor cantidad de personas se enterarán de que ha salido a la venta la obra, pero en realidad el trasfondo de las técnicas de mercadotecnia es mucho más sofisticado hoy en día.
Cada vez más masivamente, los compradores de productos en el mundo (entre ellos el 78% de la población Hispana en USA) buscan información en la internet antes de comprar casi cualesquier tipo de producto. La probabilidad de que un producto cualquiera, incluyendo un libro o el nombre de una persona, apareciera sin pagar en la lista de opciones que el buscador ofrecía al teclear la palabra clave, hasta hace poco dependía principalmente de la frecuencia con que el vínculo (o acceso electrónico, o URL, como quiera que se le llame) particular hubiera sido abierto.
Sin embargo, recientemente Google lanzó un producto nuevo (Google Penguin) que registra el número de likes y shares (“me gusta” y “compartir”) que circulan a través de la internet, y ésa es hoy en día la base para que el producto aparezca en la lista. Entre mayor número de likes and shares, mayor probabilidad de aparecer en la lista del buscador.
Es por eso que la presencia en las redes sociales, no solo en términos de su cantidad, sino de su dirección y su calidad, cobra una importancia que no puede desconocer el escritor que quiere dar a conocer su obra. Independientemente de que se busque el apoyo de un agente literario o un editor, o se acuda a la auto-publicación, a este asunto hay que dedicarle atención y tiempo.