CUANDO LA INSPIRACION NO LLEGA

Me preguntó una de mis estudiantes hace poco que hacía yo para sobreponerme al ‘bloqueo del escritor’ y le contesté que seguía escribiendo. Me miró un poco sorprendida y no siguió hablando acerca del tema. Creo que pensó que no la había tomado en serio, cuando en realidad mi respuesta reflejó con toda exactitud lo que yo hago cuando la inspiración se me agota. Escribo. Sigo escribiendo. Entre más perdida me siento en la encrucijada de que será lo siguiente que hará mi personaje, o cómo se sentirá, o lo que sea que me detiene, ‘bloqueada’, enfrente de la pantalla que aún no se llena, más frases escribo. Generalmente lo que hago es ‘decir más’ acerca de lo último que escribí, por el ejercicio de seguir escribiendo y a sabiendas de que esas frases adicionales terminarán en la cesta del reciclaje

Algunas de esas frases pueden ser calificativos para aquella escena que escribí de últimas, antes del ‘bloqueo’. Otras, pueden ser interpretaciones traídas de los cabellos acerca de los motivos del personaje. O una comparación de lo que ocurrió en esa escena con algo distinto incluyendo el clima o el paisaje. O una descripción más o menos extensa del entorno físico en el que ocurrió. O cualquier otra cosa, lo importante es seguir escribiendo. En algunas ocasiones he llegado a emplear semanas en este proceso de producir frases y más frases que no parecen tener un lugar, en absoluto, en medio de aquello acerca de lo que estoy escribiendo.

De repente un día, en medio de todo ese trabajo al parecer improductivo, una palabra cualquiera libera el dique. Es algo semejante a haber ensayado una detrás de otra todas las posibles llaves que cuelgan en un mismo llavero, hasta que al final una cualquiera da vuelta a la cerradura y abre la puerta. Es la misma sensación de alivio. Es el mismo triunfo. Es la inspiración que regresa. Es la historia esquiva que de nuevo se me revela.

Leí en alguna parte que Virginia Woolf empezaba su día de trabajo escribiendo tres o cuatro bosquejos distintos acerca de lo siguiente que haría su personaje. Creo que se podría afirmar, a partir de la calidad de su obra, que su método para alcanzar la inspiración resultó ser muy efectivo. En lo personal puedo decir que algunos de los pasajes de mis novelas que me han dejado más satisfecha, han surgido después de un tiempo de escribir frases y más frases aparentemente inútiles. Creo que el trasfondo del método del novelista, el de Virginia Woolf, el mío, y el de cualquier otro de mis colegas, es salir a buscar la inspiración cuando no llega, en lugar de esperar pacientemente a que reaparezca. Yo personalmente encuentro muy efectivo buscarla entre las páginas de la misma novela.