DIARIO DE UN SEDUCTOR

Soren Kierkegard

(Dinamarca 1813 – 1855)

“…Deseo ver durante cuánto tiempo puede el amor mantenerme entre sus garras. Pues amo este amor con una ternura que ni siquiera experimenté por mi primer cariño. El azar propicio aparece tan rara vez, que cuando se presenta o se encuentra, hay que saberlo agarrar con toda la fuerza. El seducir a una muchacha no es un arte, pero sí lo es, ¡y cómo!, saber encontrar a una muchacha que merezca que se la seduzca.

El amor tiene muchísimos misterios, y misterio, quizás el mayor, es el primer enamoramiento. La mayoría de los hombres se lanzan por el camino del amor como enloquecidos, se comprometen o hacen cosas similares y de este modo logran echarlo todo a perder en un solo instante, sin ver claro en su mente ni lo que han conquistado ni lo que han perdido”

“Cuando una muchacha no despierta en nosotros desde la primera mirada una impresión tan viva que cree una imagen ideal de sí misma, generalmente no es digna de que nos tomemos el trabajo de buscarla en la realidad. Pero si despierta en nosotros esa imagen, pese a nuestra experiencia, nos sentimos dominados y vencidos por una desconocida fuerza”

“Obtener lo más hermoso es siempre difícil; lograr lo interesante, en cambio, es sencillo. Pero siempre es conveniente acercarse lo más posible; ése es el verdadero deleite y no alcanzo a comprender qué goce buscan los otros en su lugar” (Soren Kierkegard, Diario de un seductor, 16 de marzo)