ENTENDIENDO LA COMPETENCIA

La necesidad de entender la competencia, en un mundo en el que la posibilidad de que el escritor logre hacer oír su voz depende cada vez menos de su inspiración y su talento y más de sus habilidades de promoción, es al mismo tiempo un imperativo de marketing y un asunto de supervivencia. Hoy más que nunca debemos reconocer, aún sin quererlo, que la auto-publicación masiva llegó para cambiar las reglas del juego. Cómo se re-agrupará la industria, es algo que aún está por verse. Lo que sí se ve desde ya, y muy claramente, es que si auto-publicamos deberemos realizar por nosotros mismos el esfuerzo de las ventas.

Entender la competencia es un asunto de definir primero cuál es el alcance (geográfico, financiero y de audiencia) de lo que el escritor intenta lograr con su obra. Es la pregunta fundamental de cuál es su objetivo. Por ejemplo, el escritor que quiere posicionarse dentro de un ámbito geográfico-académico (i.e. una ciudad específica) y obtener reconocimiento para su obra, así como retroalimentación que le enriquezca, enfrentará la competencia de otros escritores locales. Las universidades, las organizaciones de promoción cultural y artística, los mecenas esporádicos y patrocinadores, tendrán un número muy limitado de oportunidades para ofrecerle. Dentro de ése ámbito se venderán con mucho esfuerzo y golpeando de puerta en puerta, unas cuantas copias de la obra. ¿Trescientas? ¿Quinientas? De eso, nadie vive, hay que ser realistas. Y la probabilidad de que ése ámbito se convierta en una plataforma efectiva para darse a conocer a un mercado mucho más amplio, en mi opinión, disminuyen proporcionalmente al esfuerzo que otros escritores están haciendo para darse a conocer masivamente.

Por otra parte, en un mercado de $350 millones de dólares tales como el mercado de libros en español en U.S.A., la competencia difícilmente son nuestros colegas escritores, esos con quienes tomamos vino en las tertulias y compartimos las inspiraciones que nos trae la nieve. Esos, son nuestros amigos, nuestros colegas, quizás por momentos nuestros rivales que luego regresan a la categoría de amigos.

Mañana escribiré acerca de la competencia real dentro del mercado grande.