“…Al incorporarse a una novela, la meditación cambia de esencia. Fuera de la novela, nos encontramos en el terreno de las afirmaciones: todos están seguros de lo que dicen: el político, el filósofo, el portero. En el terreno de la novela, no se afirma: es el terreno del juego y de las hipótesis. La meditación en la novela es pues, esencialmente, interrogativa, hipotética.
Pregunta: Pero ¿por qué un novelista ha de privarse del derecho de expresar en su novela su filosofía directa y afirmativamente?
Respuesta de Kundera: Existe una diferencia fundamental entre la manera de pensar de un filósofo y un novelista. Se habla con frecuencia de la filosofía de Chejov, de Kafka, de Musil, etc. Pero…¡trate de extraer una filosofía coherente de sus escritos! Incluso cuando expresan sus ideas directamente en sus diarios íntimos, estas son más ejercicios de reflexión, juegos de paradojas e improvisaciones que afirmación de un pensamiento.
Pregunta: Dostovieski es sin embargo completamente afirmativo en El Diario de un Escritor”
Respuesta de Kundera: Pero no es ahí donde reside la grandeza de su pensamiento. Aunque gran pensador, lo es únicamente en tanto que novelista. Lo cual quiere decir: sabe crear en sus personajes universos intelectuales extraordinariamente ricos e inéditos. A la gente le gusta buscar en sus personajes la proyección de su pensamiento. Por ejemplo en Chatov (NOTA: se refiere al personaje de “Los Demonios”). Desde su primera aparición, Chatov está caracterizado con bastante crueldad: “era uno de esos idealistas rusos quienes, iluminados de pronto por alguna idea inmensa, han quedado deslumbrados por ella quizás para siempre. Nunca llegan a dominar ésa idea, creen en ella apasionadamente, y a partir de entonces se diría que toda su existencia ya no es más que una agonía bajo la piedra que los ha semiaplastado”. Así pues, incluso si Dostovieski proyectó en Chatov sus propias ideas, estas quedan relativizadas”….
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Pregunta: … pero en sus novelas se encuentran pasajes en los cuales es usted, directamente, quien habla.
Respuesta de Kundera: Aunque soy yo quien habla, mi reflexi’on est’a ligada a un personaje. Quiero reflexionar sobre sus actitudes, sobre su forma de ver las cosas, en su lugar y con mayor profundidad de lo que podría hacerlo él. La segunda parte de “La Insoportable Levedad del Ser” empieza por una larga reflexión sobre las relaciones entre el cuerpo y el alma. Sí, es el autor quien habla. Sin embargo, todo lo que dice es válido en el campo magnético de su personaje: Teresa. Es la manera que tiene Teresa de ver las cosas (aunque nunca la haya formulado)”.
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