LA INSPIRACION Y LA TOMA DE DECISIONES

Pienso que escribir literatura es tanto asunto de inspiración como de toma de decisión. El escritor toma decisiones todo el tiempo, mientras que escribe, y la mayoría de esas decisiones tienen un carácter fundamental porque determinan aisladamente o en su conjunto lo que será la vida de su obra,  el curso de la historia y su tono, las características y el destino de sus personajes, lo que se muestra y lo que se cuenta, lo que se insinúa y lo que en un momento dado se oculta.

Sin embargo, me atrevo a decir, cada una de esas decisiones también son provisionales porque nada en la obra, mientras se la escribe, es definitivo. Cada momento en la historia que se está contando, cada frase y cada palabra que se escriben, son como escalones sueltos en los que se apoya el pie para poder dar el siguiente paso, a sabiendas de que a medida que se avanza el escalón puede desaparecer o caerse, se puede renegar de él, y siempre será posible cambiarlo.

En ese sentido, escribir una novela es como una paradoja que no se termina: cada cosa que se escribe determina la siguiente, y cada cosa que se escribió podría cambiar la precedente. Estoy segura de que los novelistas que están leyendo estas notas saben con exactitud a qué me refiero. Muchas veces, muchísimas, a lo largo del proceso de escritura, se llega a un párrafo, una frase o un acontecer que produce una sensación excepcionalmente satisfactoria (el momento de decir “esto me quedó muy bien escrito”) que nos obliga a cambiar algo que ya se había escrito y que ya había considerado algo definitivo dentro de la obra.

Es en esos momentos donde la inspiración se expresa. Es en esos instantes de decisión al escribir la obra cuando la revelación creativa hace que la historia fluya por un camino propio, que los personajes se descubran en sus posibilidades verdaderas, que las formas se perfeccionen.

He estado releyendo Seis propuestas para el próximo milenio, del escritor italiano (nacido en Cuba) Italo Calvino, y quisiera compartir en los siguientes días algunas de mis reflexiones sobre la inspiración y la toma de decisiones al escribir una novela, a la luz de sus casi seis propuestas.