El hecho de que se estén subastando en el mundo algunas de las cartas de Hemingway a Marlene Dietrich me ha hecho recordar esta parte de la biografía de este Premio Nobel. Se dice que nunca llegaron a ser amantes, aunque el tono de las cartas de Hemingway es decididamente sugestivo. ¿Amores platónicos? Difícil de creer, en esta época en la que las relaciones entre un hombre y una mujer ocurren o no, pero si no ocurren, se alejan. El amor es algo que llega y sucede, o no sucede y nos deja. No se queda ahí, gravitando, a la espera de algo que no tiene tiempo, a menos que se esté en el país de las alfombras mágicas. Sería algo contrario a las leyes de la física, y es precisamente en ese terreno, el de la física, donde el amor empieza. También donde termina. Creo.
“Eres tan hermosa que van a tener que hacer tus fotografías para el pasaporte de tres metros de altura”
“¿En qué te gustaría trabajar de verdad? ¿En romper el corazón de todos los hombres por 10 centavos? Sabes que siempre podrás romper el mío por cinco centavos, y aun así te devolveré la moneda”.
“No puedo explicar por qué cada vez que te he rodeado en mis brazos me he sentido como en casa”.
“Te amo, te abrazo con fuerza y te beso con intensidad”.
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Martha Cecilia Rivera, Chicago, Marzo 2014