QUERIDO

QUERIDO ©

    Un microrrelato de Martha Cecilia Rivera.

    El sonido del balón me sobresalta. Corro a la ventana por reflejo, excitado, ansioso, temblando. Allí está el niño. Nueve años. Pantaloneta corta, piernas delgadas. Lo espío ocultándome tras la persiana. Apenas tengo siete años. Más tarde tendré ocho, diez, quince, y lo seguiré espiando cada día. También lo espero y lloro en silencio cuando se ausenta por las vacaciones o el catarro. Jamás miré a una mujer ni besé a una chica, no pude. He seguido esperando al niño del patio de atrás de mi casa en cada novio y cada amante, aún ahora cuando ya soy un anciano.