Emilio Zola
Francia, 1840 – 1902
“La verdad está en marcha y nada la detendrá”.
“Paciencia, la verdad resplandecerá; aunque hará falta un poco de inteligencia y de honestidad”.
“Los puños machacan los labios de quienes han de defender la verdad, se amotina a las masas para que reduzcan al silencio a los aislados”.
“¡Juventud, juventud! Acuérdate de lo que sufrieron tus padres, y de las batallas terribles que tuvieron que vencer, para conquistar la libertad de que gozas ahora. Si te sientes independiente, si puedes ir y venir a voluntad o decir en la prensa lo que piensas, o tener una opinion y expresarla públicamente, es porque tus padres contribuyeron a ello con su inteligencia y su sangre”.
“Lo que asusta reconocer es el modo en que te comportas (se refiere a Francia). Se tiene buen aspecto y de golpe salen manchitas en la piel: la muerte está en ti. Todo el veneno politico y social te ha asomado a la cara”.
“Ésta es pues la verdad pura y simple, señor presidente. Es espantosa, y quedará siempre como una mancha de su presidencia. Sospecho que carece usted de poder alguno en este caso, que es usted esclavo de la Constitución y de aquellos que le rodean. No por eso deja usted de tener, en tanto que hombre, un deber que no podrá olvidar y que tendrá que cumplir”.
“Todo aquello que retrase la llegada de la luz, todo lo que añada tinieblas a las tinieblas, no hará sino prolongar la crisis. La misión de los buenos ciudadanos, de los que sienten el imperativo de acabar de una vez, consiste en exigir la plena luz”.
“Estoy aterrado. No siento ya rabia, o indignación ávida de venganza, o deseo de denunciar el crimen, de pedir que castiguen ese crimen en nombre de la verdad y de la justicia, sino que siento miedo, siento el terror sagrado de quien ve cómo lo imposible se vuelve posible, cómo retroceden los ríos a sus fuentes y cómo tiembla la tierra bajo el sol. Mi grito denuncia el desamparo de nuestra generosa y noble Francia, el terror al abismo hacia donde se desliza”.