LAS REFLEXIONES DEL GATO
Tropecé con El Lobo Estepario muy temprano en mi vida (creo que no tendría más que once o doce), y entre sus combinaciones de vocales y consonantes, frases y sentencias, igual que en unos ojos verdaderos y profundos aunque inexistentes, encontré en ese mismo instante la misma angustia definitiva que ya había poblado, irreparablemente, mi mundo con personajes de fantasía. Dorian Gray, Edmundo Dantés, Dr. Jekyll y Mr. Hyde, y Heatchcliff ya estaban en, o ya casi […]