El lector para Virginia Woolf es un lector activo, uno que no se limita a recibir y a aceptar lo que el escritor propone en su relato, sino que utiliza su imaginación para completar el relato de manera que no es necesario decírselo todo. Quizás se trata de un precursor al concepto de lector que construye por sí mismo el texto, descrito por Humberto Eco, el que vierte en el texto su propia experiencia y sus expectativas para enriquecerlo pero sobre todo para entenderlo. Valdrá la pena volver más adelante a revisar el concepto de Humberto Eco. Por ahora, incluyo a continaución un aparte de Orlando que considero muy pero muy importante en la literatura porque refleja una visión muy directa del autor con respecto al lector y el escritor al mismo tiempo, a propósito de describir aspectos del carácter de un personaje.
“…los lectores capaces de construir con unas pocas indicaciones dispersas la entera circunferencia y el ámbito de una persona viva; los lectores capaces de transmutar nuestro mero susurro en una inconfundible voz, de percibir, aunque describamos o no, una cara precisa, de intuir sin una palabra que los ayude, un pensamiento exacto —y no escribamos sino para lectores así—, esos lectores ejemplares, decimos, saben muy bien que Orlando estaba formado de muchos humores: de melancolía, de indolencia, de pasión, de amor a la soledad, para no decir nada de esas deformaciones y sutilezas de genio que apuntamos en la primera página, cuando guerreó con la cabeza de un negro muerto, la hizo rodar al suelo, la sujetó caballerescamente fuera de su alcance, y luego se acogió a la ventana con un libro. Su afición por los libros era temprana. De chico, los pajes lo sorprendían leyendo a la medianoche. Le quitaban la vela y criaban luciérnagas a propósito. Le quitaban las luciérnagas y casi prendió fuego a la casa con una mecha. Para decirlo de una vez (dejando al novelista la tarea de alisar la seda arrugada y sus complicaciones), Orlando era un hidalgo que padecía del amor a la literatura”.
GRACIAS POR LEER Y COMPARTIR MI BLOG: http://www.florentinoletters.com
Martha Cecilia Rivera, Chicago, Septiembre 2013