LECCIONES EN AUTO-PUBLICACION

Por lo menos el 10% de los autores que auto-publican en U.S. recibieron de sus libros en 2012 lo suficiente para vivir de ellos, de acuerdo con un estudio que publicó recientemente una de las revistas de negocios más prestigiosas en U.S. (Forbes). Yo hubiera esperado un porcentaje muchísimo más pequeño, de modo que considero que estas son buenas noticias.

Otro dato muy interesante es que, en promedio, los autores que realizaron por sí mismos todos los aspectos relacionados con la auto-publicación de su obra, tales como la corrección editorial y el diseño de la carátula, recibieron alrededor de 38% menos dinero que aquellos quienes contrataron a profesionales en cada área. Creo que la lección de esto es muy clara, zapatero a tus zapatos, como dirían nuestras abuelitas. También hay una segunda implicación digna de ser mencionada, y es que la auto-publicación es algo que requiere de una inversión inicial, como en todo negocio. Hay que tener una cantidad de base para gastos iniciales, incluyendo aquellos relacionados con contratar profesionales en las diversas áreas relacionadas con la producción física del libro.

Forbes además predice que la auto-publicación en este país podría disminuir en el corto plazo porque los autores que auto-publican deberán dedicarse por un tiempo a producir obras nuevas. De acuerdo con los datos arrojados por su estudio (una encuesta entre autores que auto-publicaron entre 2010 y 2011), el promedio de libros auto-publicados por autor por año fue 2.8. Esto sugiere que lo que los autores sacaron al mercado fueron obras que ya tenían escritas, ya que difícilmente ninguno hubiera podido escribir casi tres obras en un período de un año, y menos aún con la enormidad del trabajo que se requiere para auto-publicar y promocionar un libro.

Una preocupación muy genuina que ya había expresado yo en una nota de hace algún tiempo, es cómo las facilidades de auto-publicación afectarán la calidad de lo que se publica, y en el largo plazo, podrían matar el mercado de lo auto-publicado. Para auto-publicar, los autores deberemos volvernos todavía más exigentes en la calidad de nuestras propias obras porque ya no habrá la censura, la corrección ni la exigencia de las casas editoriales para garantizar que lo que sale a la venta alcanzará estándares aceptables. Si la calidad de lo auto-publicado es inferior, en el mediano plazo los lectores aprenderán a reconocer las diferencias y preferirán lo publicado por las casas editoriales. Después de todo, comprar un libro es un gasto y todos esperamos recibir algo bueno a cambio de nuestro dinero.

Todavía más importante: el prestigio de cada quien como escritor estará en juego en la calidad de lo auto-publicado, con el balón exclusivamente en la propia mano.

Calidad y perfección, un mantra.

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